Consejo de amigo: Si tienes una relación bonita con tu pareja, no la muestres en redes sociales. Recuerda que nadie puede destruir lo que no conoce.

¿Eres de los que usa el pensamiento mágico en su día a día? Si pongo la botella de pie, tendré un gran día. Si me pongo esta camiseta, seguro me va bien en la cita. Si hago una repetición más, conseguiré el trabajo. Si piso las líneas blancas, es porque me ama. Si encesto esta, mi mamá se va a curar. Este tipo de pensamiento mágico es común en la infancia, pero también aparece en adultos. Y aunque puede parecer tonto para algunas personas, si eres de esos y te sirve: hazlo. Porque todo lo que nos haga bien siempre hay que hacerlo.

@Sergio Recio | TOP 3: NACIONALIDADES DE MUJERES MÁS GUAPAS DEL MUNDO 😍 Que nadie se enfade 😅 #EstoMeSuenaAChino 🎙️ Si quieres ver el podcast completo tienes el enlace en mi perfil. #españolas #argentinas #colombianas

Conversaciones con la Yaya ❤️ Episodio 2 | ¿Dejarías a tu abuela en una residencia o cuidarías de ella en casa?

Te experimentas a través de tu relación.

Coldplay, infidelidades, relaciones y terapia.

Conversaciones con la Yaya | Episodio 1 ❤️

10 FRASES QUE APRENDÍ EN TERAPIA Y ME SALVARON LA VIDA. 1. El perdón es para ti, no para los demás. 2. Vivir una vida sin propósito no tiene sentido. 3. Quejarte todo el tiempo te aleja de tus metas. 4. Sanar a papá y a mamá te hace libre. 5. Lo que admiras de los demás es lo que admiras de ti. 6. Una relación no viene para hacerte feliz, viene para hacerte trabajar en ti. 7. Elige cuidadosamente a quién escuchas. 8. El lenguaje crea realidades, decide bien cómo te hablas. 9. La comparación solo te lleva a lugares oscuros e innecesarios. No hay fracasos, solo hay aprendizajes.

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No estás eligiendo con el corazón. Estás eligiendo con tus heridas. ¿Te has preguntado por qué siempre te atrae lo mismo? ¿Por qué repites historias que terminan igual? No es casualidad. Atraemos lo que no hemos sanado. Ese patrón que se repite no es mala suerte, es una lección no aprendida. Tus heridas hablan más fuerte que tus deseos. Hasta que no te trabajes, seguirás eligiendo desde el dolor. Sanar no es olvidar lo que pasó, es dejar de elegir por lo que pasó. Deja de vivir en piloto automático. Elige con conciencia, no con cicatrices.

No os dejasteis de amar, os dejasteis de entender. La mayoría de las parejas no se terminan por falta de amor… se terminan por falta de inteligencia emocional. Por no saber hablar sin herir. Por no saber escuchar sin defenderse. Por no saber calmarse antes de explotar. El problema no es lo que sienten, es lo que no saben gestionar. No nos enseñaron a comunicar desde el respeto, a poner límites sin miedo, a expresar lo que duele sin atacar. El amor no basta si no sabes cuidarlo. Amar también es aprender. Y muchas veces, lo que se necesita no es otra persona… es aprender otra forma de relacionarse.

Si para estar con alguien tienes que dejar de ser tú… no estás con la persona correcta. Muchos confunden amor con sacrificio. Pero si ese “amor” te pide que cambies lo que eres, que calles lo que piensas, o que vivas en función de sus expectativas… eso no es amor, es control. El verdadero amor no te exige traicionarte. Te acompaña. Te escucha. Te celebra. No te apaga para brillar. Estar con la persona correcta se siente como volver a casa, no como vivir en una jaula bonita. Quien te ama de verdad, no te pide que renuncies a ti. Te elige, tal como eres. Y tú también deberías hacerlo.

Paciencia, bachata y un poco de humor.

Soltera pero no disponible. La nueva forma de protegerse y la frase que cada día escucho más. Muchas personas no tienen miedo al amor, tienen miedo a repetir. Miedo a darlo todo y quedarse vacías. Protegen algo que ya fue roto una vez. Así que antes de decir “es que ya nadie quiere comprometerse”, pregúntate cuántas veces esa persona tuvo que reconstruirse de nuevo. Pero también pregúntate esto: Si decimos todo el tiempo “no estoy disponible”, ¿qué energía estamos emitiendo? El amor no entra si no hay una puerta abierta. Hay que sanar, sí. Pero también hay que atreverse a dejar que alguien toque la puerta. Porque el amor no insiste donde no se siente bienvenido.

Después de 14 años he vuelto a casa con mi madre.